500 Days of Charles // Cherik

(9)

  "No pude evitar notar que tienes los ojos más adorables."

Erik mira hacia el final de la barra por la voz familiar, tratando de ignorar la forma en que su estómago se retuerce ante el sonido de la voz de Charles. No ha vuelto a ver a Charles por aquí desde aquella primera noche, pero se supone que Charles ha estado ocupado con sus estudios, lo cual es perfectamente comprensible, no es que Erik haya estado esperando a que Charles volviera a aparecer ni nada. Y de todos modos, Charles no le está prestando mucha atención que digamos a Erik, está concentrado en una bonita chica con el pelo largo y castaño y los ojos que no son tan deslumbrantes como los de Charles, pero sí bonitos.

"¿Disculpa?" dice la chica.

"Ah, perdón, déjame presentarme," dice Charles, dándole la mano para que ella la apretara. "Mi nombre es Xavier, Charles Xavier."

La chica, por supuesto, luce un poco más que encantada. "Miranda," dice, curvando sus labios en una sonrisa.

"Encantado de conocerte, Miranda," dice Charles con una leve sonrisa, apenas tímido para no ser demasiado arrogante. "Noté lo increíbles que son tus ojos - una mutación OCA2 muy hermosa. Es una mutación muy groovy, verás, esa es la mutación responsable de tus absolutamente imponentes ojos azules. "

Miranda se ríe tímidamente por el comentario de Charles, y Erik se tensa completamente, ignorando la manera en que Charles puede ser, de alguna manera, imposiblemente nerd y todavía encanta a las personas con apenas un pequeño esfuerzo. Erik se aísla al otro extremo del bar, dejando que Angel, que también es bartender, se encargue de Charles y Miranda cuando Charles les ordena a cada uno una bebida. Erik lucha contra el deseo de echar un vistazo hacia ellos cada dos segundos, y muy deliberadamente mira hacia otro lado cuando Charles y Miranda salen del bar juntos tiempo después.

"Oye," dice Angel, sentándose a su lado. "¿Todo bien?"

Erik parpadea, dándose cuenta de que no se ha movido desde que Charles se fue. Pasa una mano sobre su cara y responde, tal vez demasiado rápido, "Sí. Sí, por supuesto. Estoy bien. De verdad."

Angel frunce el ceño, sus ojos se estrechan sospechosamente, pero no dice nada, y Erik está eternamente agradecido por ello. Probablemente ya está adivinando; Ella es asombrosamente perceptiva sobre este tipo de cosas. Angel se da la vuelta para volver a trabajar, y Erik toma una respiración profunda para hacer lo mismo. Él absolutamente no necesita a Charles Xavier, se dice a sí mismo, no lo necesita. Acaba de conocerlo, después de todo.